En el Museo Checkpoint Charlie de la capital alemana, Berlín, seremos testigos de lo que supuso la Guerra Fría, que a nosotros nos suena mas a películas de 007 que a una situación real.
Entre su contenido, nos encontraremos una manta con la foto de una barquilla artesanal de un globo aerostático. Esta singular pieza de museo, es el testigo silencioso de una fuga espectacular, más propio de una novela que de un hecho real.
En abril de 1978, en la pequeña localidad de Pöbneck, un adolescente intenta escapar de la RDA estrellando una excavadora contra el Telón de Acero. Es asesinado por los guardias fronterizos.
Un técnico de vuelo del Ejército Popular Alemán, Hans Peter Streizek, y un maestro albañil, Guenter Watzel, al conocer el suceso, deciden escapar de la Alemania Oriental (RDA), de la que disfrutaban de una posición elevada, con coche y casa propias, algo inalcanzable para la mayoría.
Embarcan a sus familias en su decisión, ¡se fugarán todos!
¿Cómo atravesar el Telón de Acero? Idean un plan un poco loco, ¡lo harán volando en un globo aerostático!, así sobrevolarán los campos minados, las torres de vigilancia, alambres de espino, y ser indetectables por el radar aéreo.
Este plan, supone una gran infraestructura, elegir un punto de despegue lo más cercana a la frontera, adquirir 1.250 m cuadrados de tela, construir un globo, el quemador, aprender a pilotarlo, etc., y sobre todo, hacerlo lo suficientemente grande para embarcar a las dos familia, ¡8 personas en total!
Reúnen sus ahorros, compran un pequeño terreno cercana a la frontera. En el ático de sus casas se dedican a coser los retales de seda industrial que van adquiriendo en distintas tiendas por toda Alemania Oriental, para no levantar sospechas, argumentando que son un club de campismo y fabrican sus tiendas propias.
La barquilla la construyen con una plancha de acero, y como protección, sólo unas cuerdas de tendedero. Su combustible, cuatro bombonas de butano.
Sufren contratiempos, el quemador no da la suficiente potencia, el globo se les quema, la sospechas de los vecinos, el temor a ser descubiertos.
Ya tienen un globo. Tienen una sola oportunidad.
3 de Julio de 1979, despegan, algo falla, el quemador se les apaga, se ven obligados aterrizar a tan solo 120 metros de la frontera.
Alertados los servicios de la temible Stasi, han de actuar de con cautela, porque no sólo irían a la cárcel ellos, sino toda su familia.
Ya no podrán comprar los grandes rollos de telas de 20 metros con el que construyeron el primero, han de ir uniendo retales, como si fuese una manta patchwork.
Pacientemente, vuelven a construir un segundo aerostato, y casi los pillan en el momento del despegue, arde el globo, un helicóptero los persigue, los guardias fronterizos son alertados, se quedan sin propano, aterrizan en un claro de un bosque pensando que no lo han superado pero…!están Alemania Occidental por lo pelos!, es el 15 de septiembre de 1979.
¿Parece una película de suspense? No ¡fué real!
Llevada a la televisión en el año 1982 por Walt Disney Production, Fuga de Noche, así se llamaba la película.
Hoy se estrena una producción alemana, Viento de Libertad, dirigida por Michael Herbig, crea un ambiente de suspense, que elude los motivos de la fuga, y se centra en el final feliz.
Le guste o no la película, eso si, nos llevará al momento de gloria que estas familias escribieron para la Historia de la Aerostación.