Iniciamos un vuelo que nos llevará hacia una campaña publicitaria diferente y notoria, que genera contenidos en redes sociales y que se hacen eco los medios.
Eugeme Delacroix decía “el primer mérito de un cuadro es que sea una fiesta para la vista”
Al hilo de nuestro amigo Delacroix, la publicidad, por tanto, ha de ser una imagen amable, una fiesta para la vista, visibilidad de impacto.
El objetivo de una marca, ya sea impulso de compra o aumento de notoriedad, empieza por la activación de un deseo. A través de este deseo se activan tres elementos estratégicos: diferenciación, estimulación y creación de valor, los cuales constituyen una oportunidad para la marca para distinguirse de los competidores, establecer conciencia de marca y construir una imagen basada en la experiencia.
Hasta aquí, cristalino cual copa de cristal de Bohemia. ¿Qué medio o soporte activa ese deseo al consumidor?
Muchos de ustedes recordaran la serie infantil La Vuelta al Mundo de Willy Fog. Lo asociaran a una cancioncilla muy pegadiza, ¿verdad?; y también, en muchos casos, a un globo.
Un globo aerostático posee unas evidentes connotaciones emocionales como ilusión, infancia, aventura; palabras que acuden solas a la mente cuando lo visualizamos. De esta asociación mental nace un concepto diferente en el marketing, Balloon Marketing.
Balloon Marketing es la acción publicitaria ejecutada por un soporte no convencional, el globo aerostático, desarrollado en un medio diferente, el aire, en la que el anunciante implica al público, aumentando el efecto recuerdo proporcionalmente a su participación, con un elemento que gusta y le reporta un beneficio inmediato, la posibilidad de flotar en el aire.
Tras esta definición tan matemática, hay algo más sencillo, la emoción de las personas.
Siguiendo con las citas:
“Dime y olvidaré
Muéstrame y recordaré
Déjame participar y entenderé”
CONFUCIO
Un día, caminando por la calle, una persona me para y me dice:
– Oiga muchacho…¿usted es el del globo de PdeC?
Extrañado por lo de “muchacho”, cuando peino canas, y por la pregunta:
– Sí, ¿cómo lo sabe?
– Me subí en ese globo hace 2 años en el Prado (Sevilla) – contestó.
Lo que me sorprendió, no sólo que me recordara, que ya el apodo “el del globo” se me ha quedado para toda mi vida, sino el recuerdo del día, del globo y de la marca que anunciaba.
Ese día, y en otras muchas ocasiones, para los asistentes de aquel evento se hicieron realidad para el anunciante los resultados de generar una atención, canalizar una percepción de marca, estimulando emociones y recuerdos.
Una estrategia basada en Balloon Marketing refuerza la diferenciación de la marca, generando una “firma” sensorial propia. De esta forma, las marcas no solo podrán comunicarse de forma rápida y diferencial, sino además aportar al consumidor un valor frente a otras opciones.
Con la masificación de las tecnologías, las personas pasamos de consumir contenidos a construirlos. Por ello, compartir la experiencia que Balloon Marketing le aporta con otros individuos se hace de forma inmediata y masiva, generando tráfico en redes sociales, creando una curiosidad y simpatía hacia la marca.
¿Y el eco en medios? ¿Por qué se hace eco de una acción Balloon Marketing? Por su novedad, por su cercanía al público con el que interactúa el soporte, que transmite una emoción y aporta una información útil.
Por finalizar, la experiencia de participar se recuerda siempre. No se trata de entretener al consumidor, sino de hacerle participar, interactuar, evocar, flotar en el aire.
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